7.11.07



en las prácticas cotidianas hace tenga una camisa de bambula.
y otra de Plush. Además de un saco de lana de llama.
Un par de zapatos-zapatillas asquerosos de cuero marrón.
un par de amigos. Y otro de enemigos.
Mil pares de ojotas. De pronto quise tenerlas de todos los colores.
Un libro de Pancho O Donell.
150 cajitas de fósforos.
Cien mil peleas con mi vieja.
Tampones.
Maíz pisingallo y maní con cáscara.
5 puntos en la frente.
Muchas cajas de tortas exquisita. Todas, pienso.

2 comentarios:

Jésica Tritten dijo...

juanchi, yo me compré una musculosa larga que parece un vestido, me encantó y me compré tres más. Ahora parezco una promotora de Flroes de vestidos bobos.
También me compré una crema en pote de un kilo y hace mil años que no la puedo terminar. Lo mismo me pasa con las verduras, que compro de a mil kilos y después termino tirando.

El otro día ví baratos unos yogures SER de Lemon Pie y me compré 6 packs de 2 unidades: comí uno y casi lo vomité, así que me quedaron de adorno para siempre en la heladera, para todos los invitados que me invento voy a tener y no tengo.

Sebastian Sanchezo dijo...

A mi me pasa lo mismo con el supermercado, ya nadie me que quiere mandar a hacer las compras, voy con el objetivo de comprar una cosa y compro muchas de esa cosas y además mil cosas mas.
Se entendió como es la cosa no?
Beso!